Ñagare minería metálica, hidroeléctricas y represión.

Nuestros pueblos autóctonos (gnobes, buglés, kunas, emberás, waunam, etc.) luchan por una justa causa: "su entorno", su medioambiente sano, su cosmovisión. Al quitarle su bosque, al contaminar sus aguas y su tierra; están expuestos y destinados a su desaparición cultural lo que engendraría los desplazamientos de esos territorios a otros. Ello sin contar que según los datos estadísticos de Panamá, el grupo autóctono de los ngobes y buglés es el mayoritario y sus comarcas (reservas) alcanzan altos índices de pobrezas; debido a la falta de políticas públicas indigenistas que coadyuven con un desarrollo sostenible de sus entornos.
La minería no es la solución por más dinero que la misma pueda repreentar por que el daño a su entorno será palpable y caótico, especialmente en lugares en donde la cantidad de agua que cae en forma de lluvia anualmente es alta. El desastre ecológico será inminente. En cuanto a las hidroeléctricas ya hay ejemplos palpables de problemas medioambientales que han causado y en donde no se han tomado medidas de mitigación.
Defendamos nuestro derecho a la vida, a la salud, a tener un medioambiete sano y que para las próximas generaciones exista calidad de vida.